Se cumple un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo de 1810 que constituyó nuestro primer gobierno patrio. Como cada año, esta fecha nos interpela respecto a lo colectivo y el compromiso compartido en el pasado, en el presente y en el futuro. Asimismo nos invita a homenajear a los próceres que emprendieron la lucha por consolidar la libertad.
Durante la semana de Mayo los criollos pidieron a las autoridades que se les permita realizar un Cabildo Abierto para tratar la situación imperante, luego de que el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros pida al pueblo que se mantenga fiel a España, que había sido invadida por los franceses.
Tras largas discusiones y la formación de una Junta de Gobierno con Cisneros como presidente, la indignación popular generó la renuncia de todos los miembros de la Junta. Durante la jornada del 25 de Mayo de 1810 los criollos, reunidos en la Plaza Mayor y en busca de noticias, gritaron: «El pueblo quiere saber de qué se trata». Este día los cabildantes reconocieron la autoridad de la Junta Revolucionaria, dando inicio al primer gobierno patrio.
La Revolución de Mayo no fue un suceso espontáneo sino un proceso que se inició a principios del siglo XIX con distintos acontecimientos sucedidos en España, como la invasión de Napoleón, la guerra para independizarse del dominio francés y las transformaciones de la monarquía. Estos hechos tuvieron una importante influencia en las revoluciones que se desataron en las colonias españolas a partir de 1810.
Revisar el pasado ayuda a encontrar claves de explicación del presente. Pero también reflexionar sobre qué significa vivir en democracia en la actualidad puede contribuir al acercamiento a la situación social y política de los tiempos de 1810.
En conmemoración del 213° aniversario de la Revolución de Mayo, proponemos abordar en las aulas los cambios y las continuidades en la vida social, cultural y política de nuestro país, como también la reflexión sobre la importancia del compromiso colectivo con la Patria.
La revolución es el inicio concreto y simbólico de un proyecto que, a más de doscientos años, nos sigue convocando para trabajar, junto a los y las estudiantes bonaerenses, por una provincia y un país más justos y solidarios.
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